Según informes de medios internacionales, la noche del 20 de agosto, Darya Dugin, hija del filósofo ruso Alexander Dugin, conocido como “el cerebro de Putin”, falleció en un atentado mientras conducía el automóvil de su padre cerca de Moscú.
A pesar de que las investigaciones están en curso, se presume que el verdadero objetivo del ataque era Alexander, un ideólogo ultranacionalista cercano a Vladímir Putin, presidente de Rusia. Esto se debe a que la joven comunicóloga viajaba sola en el coche de su padre después de participar en un festival en la finca Zakharovo, mientras que el filósofo lo hizo por separado.
Las autoridades rusas no han aclarado los hechos ni han señalado a los responsables del atentado que resultó en la muerte de Darya. Sin embargo, medios internacionales apuntan y acusan directamente a Ucrania.
Por su parte, Ucrania ha rechazado cualquier implicación en el atentado y ha afirmado que no es un Estado criminal como la Federación Rusa, ni mucho menos un país terrorista.
No obstante, según información proporcionada por El País, el atentado se le atribuye al Ejército Nacional Republicano, un supuesto grupo ruso opositor al presidente Putin que ha prometido derrocarlo.
Darya Dugin, de 29 años, era politóloga y compartía la ideología de su padre, quien ha llevado a varios rusos a considerar que Ucrania debe ser completamente integrada a Rusia o ser destruida.
Su padre ha sido considerado como “el Rasputín de Putin”, ya que, además de ser su mano derecha, se le atribuye el rol de ser el cerebro detrás de varios acontecimientos, incluyendo la revivificación del proyecto de la “Nueva Rusia”, utilizado por el presidente para declarar Crimea como parte de Rusia en 2014.
Ucrania debe desaparecer de la Tierra y reconstruirse desde cero o la gente necesita recuperarla. Creo que la población en Ucrania requiere una revuelta total en todos los niveles y en todas las regiones. Una revuelta armada contra la junta, no solo en el sureste.
Este pensador ha influido en la política rusa en los últimos años y en su juventud mostró un anticomunismo y antisovietismo radical que abandonó tras la caída de la Unión Soviética en 1993. Desde 2015, está bajo sanciones de Estados Unidos por acciones o políticas que amenazan la paz, seguridad, soberanía e integridad territorial de Ucrania. Además, su hija también fue objeto de estas sanciones.