En numerosas ciudades es habitual encontrar estatuas y monumentos que rinden homenaje a personalidades destacadas o que conmemoran eventos de gran relevancia. Por esta razón, en muchas culturas y sociedades, estas obras deben ser observadas y tratadas con el mayor respeto.
No obstante, hay personas que no consideran el valor cultural y el respeto que merecen estas esculturas, y en numerosas ocasiones se han registrado actos de vandalismo contra estos monumentos.
Recientemente, se hizo viral el caso de la estatua de Benito Juárez, ubicada en la avenida y glorieta que llevan su nombre en Cuernavaca, Morelos, México. Después de varios meses sin la atención y vigilancia adecuadas, el 25 de agosto apareció con una tanga de color verde fluorescente pintada sobre su pantalón.
La tinta en la estatua de Benito Juárez no pasó desapercibida entre los automovilistas, peatones y habitantes de la zona, quienes mencionaron que en los últimos meses la escultura no había recibido la vigilancia ni el mantenimiento que requería.
Tras la divulgación del incidente, el personal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Cuernavaca se dirigió al lugar para remover la tinta del emblemático monumento, cuya autoría sigue siendo desconocida.
De acuerdo con información proporcionada por las autoridades, si se logra identificar a los responsables, estos podrían enfrentar una pena de entre tres y diez años de prisión, o bien, una multa que equivalga al daño ocasionado, tal como lo establece la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas vigente.
Falta de «cultura cívica», quienes realizan actos de vandalismo en monumentos históricos, dice alcalde de #Cuernavaca @jluriosteguis. Hoy se realizarán los trabajos de limpieza de la estatua de Benito Juárez @radiouaem @CES_Morelos pic.twitter.com/G0e9BYqwcz
— Monydelsol (@monydelsol) August 25, 2022
La imagen del monumento con ropa interior verde no solo generó indignación en las redes sociales, sino también en el propio alcalde de Cuernavaca, quien destacó la sorprendente pérdida de valores y el irrespeto hacia estos símbolos históricos que son patrimonio del Estado, refiriéndose a la falta de “cultura cívica” entre los ciudadanos.
