A través de varios medios de comunicación internacionales se ha informado que la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue víctima de un atentado el 1 de septiembre frente a su residencia en Buenos Aires.
Gracias a un video que se volvió viral en redes sociales, fue posible observar el instante en que la política baja de su automóvil para saludar a sus seguidores, momento en el cual un hombre le apunta con un arma de fuego en la cara, aunque afortunadamente no llegó a disparar.
Debido a la multitud, el equipo de seguridad que la protegía no se percató del incidente sino hasta que los simpatizantes a su alrededor reaccionaron y dieron aviso sobre el atentado. Según medios argentinos, el atacante fue arrestado e identificado como Fernando André Sabag Montiel, un brasileño de 35 años que ya tenía antecedentes por posesión de armas.
Fernando se mezcló entre los seguidores y militantes de la vicepresidenta que se habían reunido para apoyarla en medio de un juicio por presunta corrupción, lo que le permitió acercarse a ella al regresar a su hogar desde el Senado.
Condenamos el cobarde intento de magnicidio en contra de nuestra hermana @CFKArgentina. Toda nuestra solidaridad a la vicepresidenta. La Patria Grande está contigo hermana. La derecha criminal y servil al imperialismo no pasará. El pueblo libre y digno de #Argentina la derrotará. pic.twitter.com/oKQe5oI2BZ
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 2 de septiembre de 2022
Por su parte, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, condenó el evento y lo catalogó como uno de suma gravedad, “el más serio desde que se recuperó la democracia”. Además, resaltó que se está llevando a cabo una investigación del caso para impartir justicia de inmediato, sin desproteger la vida del sospechoso.
A pesar del apoyo manifestado por varios políticos destacados de Argentina y de otros países como Nicolás Maduro, también han surgido voces opositoras que han cuestionado el hecho, considerándolo un “intento de victimización”, argumentando que podría tratarse de un montaje para desviar la atención de las acusaciones de “corrupción” que enfrenta.
El contexto de este intento de asesinato se presenta después de casi dos semanas de intensa conmoción política en el país, tras la solicitud de un fiscal de 12 años de prisión para Cristina Fernández en relación a un juicio en curso.
Además, sus detractores se acercaron a su residencia para insultarla, por lo que sus partidarios no dudaron en ofrecer su apoyo incondicional, manteniéndose en vigilia continua frente a su hogar. Mientras las investigaciones prosiguen, la vicepresidenta se encuentra en buen estado de salud.