A raíz de la pandemia y gracias a herramientas útiles como el GPS, surgieron numerosas empresas enfocadas en realizar entregas de alimentos a domicilio, sin importar las distancias, que antes eran un obstáculo para que una empresa convencional ofreciera sus servicios de entrega.
Es asombroso el número de destinos a los que estas empresas pueden llegar para cumplir con un pedido, pero nada nos sorprende más que la historia de Umanami Futoshi, un joven que tiene la capacidad de escalar hasta la cumbre del monte Fuji, el pico más alto de Japón, para llevar una deliciosa pizza a los deportistas.
El año pasado, por estas fechas, adquirí una mochila de Uber. Pensé que sería divertido escalar el monte Fuji con ella, y así lo hice. Comencé a subir con este atuendo, y todos me alentaban a dar lo mejor de mí, lo que me motivó y facilitó la escalada.
Lo que hace aún más especial su labor es que este chico no se dedica exclusivamente a realizar entregas de comida, sino que es un aficionado del cosplay, por lo que se disfraza de repartidor de cadenas de alimentos. Además, es un apasionado del montañismo.
No podemos negar que su gesto es verdaderamente hermoso, ya que justo en el momento en que los montañistas sienten que les falta energía y necesitan reponerse, este increíble chico aparece para ofrecerles no solo un alimento, sino la oportunidad de recuperar fuerzas y continuar su jornada.
Es sorprendente el regalo que algunos deportistas reciben al llegar a la cima: su recompensa no solo es la satisfacción de alcanzar una meta o la asombrosa vista, sino que, si tienen suerte, pueden encontrar un apetitoso trozo de pizza esperándolos para disfrutar.
