El 23 de junio, se dio a conocer la trágica noticia del asesinato de la cantante mexicana Yrma Lydya a manos de su esposo y presunto feminicida, Jesús Hernández Alcocer, quien tiene 79 años y actualmente está en prisión a la espera de su proceso legal. Hace unos días, el abogado de Hernández Alcocer realizó una entrevista con Mario A. Salgado Becil dentro del reclusorio, donde expuso su versión de los acontecimientos.
Hernández Alcocer afirmó que muchas cosas que creía saber sobre la cantante resultaron ser incorrectas, como su edad, sus familiares, e incluso podría ser que hasta su nombre. Además, sostuvo que fue él quien solicitó el divorcio, ya que “ya no estaba a gusto con sus escapadas, arbitrariedades y todo lo que me robaba y se llevaba de la casa”.
Hernández Alcocer expresó que su intención no es convencer a la opinión pública de su inocencia ni victimizarse, sino más bien comprender quién era realmente la persona con la que estuvo casado. Además, afirmó que para él, Lydya no era una víctima como los medios han presentado, sino que, por el contrario, ella lo amenazó, agredió, defraudó, engañó, explotó, robó y utilizó, desestabilizando su mente y su vida.
¿Qué hombre que se considere hombre le pega a una mujer? Ella me pegaba a mí; yo no tengo fuerza en las manos, ni en los brazos, ni en las piernas desde que me operaron de la columna. Me insertaron discos cervicales; primero me pusieron unos de plástico para quitar la infección y después me pusieron unos de titanio.
De acuerdo con su experiencia, la mejor manera de sobrellevar la vida en prisión es desconectarse y suponer que el mundo exterior no existe, ya que para él son días confusos y oscuros. Sin embargo, no puede evitar frustrarse por el sensacionalismo de los medios, que hablan “sin fundamento”, basándose únicamente en una versión, como si la suya no tuviera validez.
Al preguntarle sobre sus matrimonios anteriores, que también resultaron en muertes sospechosas, dijo:
¿Ves? Esas son las mentiras que se difunden en los medios. Solo una de ellas ha fallecido por enfermedad en Williamsport, Pensilvania, y esto sucedió muchos años después de que nos divorciamos.
No quiso hacer ninguna declaración sobre la noche del asesinato, ya que sus abogados no le permiten hablar sobre el tema, pero asegura que no trató de huir, simplemente estaba en estado de shock. También pide paciencia, ya que es algo que realmente necesita en este momento.