En la actualidad, es bastante común escuchar que nuestra felicidad, estabilidad y paz mental dependen exclusivamente de nosotras mismas, y no de otros o de circunstancias externas. Sin embargo, cuando no entendemos claramente estas ideas, podemos caer en relaciones disfuncionales que, lejos de brindarnos la paz que anhelamos, solo generan más conflictos internos y vacíos emocionales.
Chicas, lo que quiero compartirles es solamente una invitación a que ordenemos nuestras prioridades y necesidades. Primero, debemos estar en un lugar adecuado con nosotras mismas para poder ofrecer nuestra mejor versión a alguien más y, a su vez, elegir a una persona que nos proporcione lo mismo. Esto forma parte de lo que se conoce como responsabilidad afectiva.
Esto lo decimos porque ha llegado a nuestros oídos la historia de un hombre que le abrió su corazón 53 veces a 53 mujeres, casándose con ellas en su búsqueda de la pareja perfecta. Entendemos que se debe perder el miedo al amor, pero, ¿es necesario llegar a casarse con tantas personas? Nos parece un poco excesivo, ¿no lo creen?
Claro que esta historia proviene de otra parte del mundo. Abu Abdullah es un saudí de 63 años, a quien le han dado el título de “el polígamo del siglo” por haberse casado 53 veces. En una entrevista para el show de televisión saudí MBC, el hombre indicó que su propósito al casarse siempre fue hallar estabilidad y paz mental, no meramente el placer personal.
Abu también comentó que cuando se casó por primera vez, no tenía intención de tener una segunda esposa porque se sentía satisfecho y ya tenía hijos. Sin embargo, como suele ocurrir en los matrimonios, surgieron problemas, lo que lo llevó a casarse de nuevo a los 23 años.
Sin embargo, esta decisión solo complicó más la situación, ya que, en algún momento, se produjo un fuerte conflicto entre ambas esposas, lo que lo llevó a casarse por tercera y cuarta vez. Con el tiempo, Abu se divorció de sus tres primeras esposas. Él cree que la razón detrás de sus múltiples matrimonios fue la búsqueda de una mujer que pudiera brindarle felicidad, y también se esforzó por ser justo con todas sus esposas.
Además, Abu Abdullah reveló que, más allá de casarse con mujeres saudíes, debido a su trabajo solía viajar con frecuencia al extranjero, y por eso, para evitar “caer en pecado”, optó por casarse con mujeres de otros países para “protegerse del vicio”.
Entendemos que esto puede no resultar muy convincente, especialmente considerando que las leyes de muchas naciones no permiten la bigamia y menos aún la poligamia. Sin embargo, es importante recordar que en culturas como la de Abdullah, esta práctica es bastante común. En el islam, se permite el matrimonio con hasta cuatro mujeres simultáneamente, pero si el hombre no puede tratar a todas con equidad, se debe casar solo con una.
Por otro lado, Abu Abdullah se mantiene casado y no tiene planes de volver a hacerlo. Finalmente, aconseja a las nuevas generaciones que se casen con mujeres mayores, afirmando, basándose en su experiencia, que la estabilidad no se encuentra con mujeres jóvenes, sino con aquellas de mayor edad. ¿Será cierto?