Hace unos días, compartimos la historia de una trabajadora de la guardería Lil’ Blessings, ubicada en Hamilton, Mississippi, Estados Unidos. Esta empleada decidió realizar una broma a los niños usando una máscara de Ghostface para tratar de que los pequeños “se comportaran” durante su estancia.
Sin embargo, tras volverse viral el incidente y recibir quejas por parte de los padres, la joven y otros empleados involucrados fueron despedidos. A pesar de esto, una madre ha sugerido que la educadora y sus compañeros deberían enfrentar consecuencias legales por el daño emocional y psicológico que pudieron causar a los niños.
Katelyn Johnson, quien envió a su hijo de apenas dos años a la guardería para su cuidado diario, reveló a TMZ que está convencida de que los cinco empleados despedidos por abuso infantil deberían ser encarcelados.
La madre sostiene que la supervisión en la guardería fue inadecuada y que sus acciones traumatizaron a los niños, muchos de los cuales no son lo suficientemente grandes para expresar sus sentimientos, mientras que los mayores tienen la capacidad de comunicarse. Esto hace que sea difícil saber cuándo podría manifestarse el trauma en los más pequeños.
Katelyn también mencionó que su hijo no puede compartir lo que siente, ya que solo tiene dos años, lo que significa que “solo puede comunicarlo a través de su reacción”. Además, afirmó que, tras el incidente en la guardería, el niño ha tenido problemas para dormir por las noches y ha retrocedido en su aprendizaje del control de esfínteres, lo cual ella considera que podría estar relacionado con las acciones de la cuidadora.
La madre recalcó su deseo de que los exempleados enfrentaran una pena de prisión, sugiriendo que una condena de seis meses a un año sería suficiente. Sin embargo, también indicó que no planea presentar una demanda, ya que cree que las implicadas ya han sufrido suficientes consecuencias y no podrían pagar por los daños que se les impusieran.
Entre sus declaraciones, Katelyn puntualizó que en la grabación que se volvió viral solo se muestra una pequeña parte de lo sucedido en la guardería y destacó que otros padres prefieren esperar a conocer el resultado del caso penal antes de tomar decisiones sobre acciones legales.