Con la llegada de noviembre, el ambiente navideño comienza a manifestarse. Si bien la esencia de la Navidad radica en disfrutar momentos valiosos con la familia, los obsequios también juegan un papel importante al expresar nuestro afecto hacia los seres queridos.
Para los niños, la emoción de esperar y descubrir qué les trajo Santa Claus es incomparable. Por eso, los padres hacen un esfuerzo considerable para brindarles a sus hijos experiencias memorables a través de juguetes y regalos llenos de cariño.
En Facebook, muchos grupos de padres son un espacio donde se intercambian consejos y recomendaciones sobre qué regalar a sus hijos, así como preparación anticipada para las compras y envolturas. Hay quienes incluso comparten lo que ya han adquirido.
Un claro ejemplo es el caso de Casey Burnett, una madre australiana que publicó en el grupo “Big W Mums Australia” fotos de sus compras navideñas para su hija de cuatro años, las cuales fueron tan abundantes que necesitó tres carritos de supermercado para transportarlas.
La madre no escatimó en detalles, eligiendo desde muñecas Barbie hasta peluches y un trampolín, buscando hacer feliz a su pequeña. No es extraño que esté tan orgullosa y emocionada al imaginar la alegría que causarán esos regalos.
A pesar de las críticas que recibió, la madre fue objeto de comentarios negativos por parte de extraños en Internet, algo que a menudo sucede cuando se comparte en público.
“Estoy muy emocionada de ponerlos junto al resto de regalos que ya le había comprado”, expresó Casey.
El deseo de muchas madres es ofrecer lo mejor a sus hijos. Muchas mujeres apoyaron a Casey y la felicitaron, empatizando con el esfuerzo que implica hacer las compras, especialmente en tiempos económicos difíciles.
No obstante, otros le indicaron que estaba malcriando a su hija, sugiriendo que no necesitaba tantos regalos y que no los recordaría al crecer. Algunos incluso insinuaron que esto reflejaba un trauma de su infancia.
Al final, si tiene la capacidad económica para consentir a su hija, ¿por qué habría de limitarse? Siempre que no cause daño a nadie, no debería ser objeto de críticas. Además, las opiniones son contradictorias: por un lado, dicen que la está malcriando y por otro, que no se acordará de todo eso. ¿Entonces?
Es fundamental respetar las decisiones de los demás y enfocar nuestras energías en disfrutar esta época con nuestros seres queridos, así como en compartir momentos de calidez familiar, con o sin regalos materiales.