Brenda y Natalia, dos jóvenes que finalmente obtuvieron sus diplomas de bachillerato, decidieron hacer una visita especial al señor que les suministraba comida en la entrada de la escuela para expresar su agradecimiento por todos los años de apoyo cuando más lo necesitaban.
Las estudiantes se graduaron del Colegio Mariscal de Sucre, ubicado en el municipio colombiano de Sampués. Una vez que tuvieron su diploma en manos, Brenda y Natalia se dirigieron a buscar a Rafael Villacob, conocido cariñosamente como Piliki, el modesto vendedor que en numerosas ocasiones las ayudó a alimentarse, incluso cuando no contaban con dinero para comprar sus empanadas.
La fotografía de las chicas junto al vendedor se volvió viral tras ser compartida en Twitter por una usuaria identificada como @mabelgasca, quien destacó que aún existen personas bondadosas. Además, Brenda y Natalia fueron entrevistadas por un medio local, donde reiteraron su agradecimiento hacia el señor Piliki.
“Gracias, Piliki, por hacer posible que muchos jóvenes de esta institución concreten sus sueños al contar con tu apoyo dándonos los fritos para no pasar hambre en clase.”
— elber peñates diaz (@elber2526) 14 de diciembre de 2022
Las chicas decidieron tomarse una foto con el vendedor como un gesto de gratitud. Además, el padre de Natalia tuvo la idea de compartir la imagen, ya que afirma que Rafael también les brindó ayuda a él y a sus compañeros.
“Conozco a Piliki desde niño, porque en nuestra época escolar también era una de las personas que nos fiaba,” comentó.
Brenda, en la misma entrevista, expresó que el señor Piliki es un gran ser humano, con quien siempre estará profundamente agradecida, no solo por fiarles cuando lo requerían, sino también por motivarlas a continuar con sus estudios.
A menudo podríamos suponer que un hombre tan generoso debe tener recursos económicos abundantes. Sin embargo, en la imagen se puede observar que ni siquiera lleva zapatos. Por ello, lo más admirable es que el señor ha sabido compartir lo poco que tiene para sobrevivir. ¡Piliki, te queremos!