Sin duda, un momento que queda grabado en nuestra memoria es el día en que recibimos nuestro primer salario. Con gran alegría, comenzamos a planear todas las cosas que teníamos en mente adquirir, claro, las que nos faltaban.
No obstante, no todos tienen la misma perspectiva. Al menos no un chico que demostró ser un extraordinario hermano. Hablamos de Fábio Batista, quien con apenas 17 años, tuvo un gesto muy emotivo con su hermanito Felipe, de 12 años. En cuanto recibió su primer sueldo, en lugar de pensar en sí mismo, decidió hacer realidad el sueño de su hermano menor.
El joven Fábio comenzó a trabajar en una empresa para contribuir con los gastos del hogar, pero cuando llegó el día de pago, recordó que su hermano necesitaba unas botas nuevas. En una entrevista con el sitio web Catraca Livre, el chico de Río de Janeiro, Brasil, compartió su experiencia.
Ya le había dado a Felipe unas botas de fútbol, pero eran viejas. Eran mías y se las di porque le quedaban bien, pero luego se las quitó y no me dijo nada. Comencé a verle jugar con unas zapatillas para salir a la calle. Después, le pregunté qué había pasado con las botas, y me respondió que se habían despegado.
Dado que su salario era bastante modesto, Fábio no pudo realizar la compra de las botas de fútbol al contado, así que le pidió a su madre que le prestara su tarjeta de crédito, permitiéndole pagarlas poco a poco.
Mi mamá me apoyó y me sugirió que hiciera una sorpresa. No le comenté que iba a comprarle las botas, y no esperaba esa reacción de él cuando las vio.
Thatiane, la madre de estos chicos, aparentemente fue quien grabó el video que se ha vuelto viral en las redes sociales. Ella se siente muy orgullosa de sus hijos, ya que en las imágenes se puede ver el gran cariño que se tienen.
Mi hijo llevaba dos meses pidiéndome unas botas de fútbol, y yo tenía el dinero para comprárselas, pero quería enseñarlos a ser responsables. Les estoy enseñando a ser mejores, les dije: ‘cuando termine con los quehaceres de la cocina y pague las cuentas, las botas llegarán’. No estaba muy contento, pero aceptó. A los cinco días de esa conversación, su hermano decidió darle la sorpresa. Mis hijos valen oro.
https://youtu.be/wSHuRkLmyVM