Recientemente se ha informado que el rey Carlos III ha tomado la decisión de expulsar del Palacio de Buckingham a su hermano, el príncipe Andrés, quien fue considerado el hijo favorito de la fallecida reina Isabel II.
Fuentes del Palacio han revelado al diario británico The Sun que el monarca británico ha echado de forma definitiva al príncipe Andrés de la residencia oficial de la monarquía tras el fallecimiento de la reina y el escándalo de abuso sexual que lo vinculó con Jeffrey Epstein en Estados Unidos.
La presencia del príncipe en el Palacio ha llegado a su fin oficialmente. El rey ha dejado esto claro. Él no es un miembro activo de la realeza. Está solo.
Así, Andrés, de 62 años, ya no podrá utilizar la dirección del Palacio de Buckingham para su correspondencia ni desempeñar otros roles asociados al trabajo de la familia real.
Adicionalmente, el duque de York deberá despedirse de la escolta financiada por los impuestos de los ciudadanos, aunque, de acuerdo con el medio británico, el hermano menor del rey no tiene los recursos económicos necesarios para costear una seguridad privada.
Por consiguiente, a pesar de la decisión de destituirlo y despojarlo de sus títulos militares, para apoyarlo, Carlos III se habría ofrecido a cubrir de su propio bolsillo los gastos de la escolta privada del duque.
Según el Telegraph, el costo de la seguridad de Andrés podría alcanzar casi 3.6 millones de dólares anuales, lo que ha causado un gran escándalo en toda Gran Bretaña.
La razón es clara, ya que el rey siempre se ha negado a proporcionar escolta a su hijo Harry y a su esposa Meghan Markle, a pesar de que los viajes de la pareja a Londres desde el “Megxit” han sido escasos, mientras que ahora ofrece este apoyo a su hermano, quien perdió el título de alteza real tras el escándalo de Epstein.
Es importante destacar que la expulsión definitiva del príncipe Andrés no implica que sus relaciones con la familia real se rompan por completo.
De acuerdo con fuentes cercanas a la familia real británica, Andrés y su exesposa Sarah Ferguson fueron de los pocos presentes en la cena de Navidad celebrada por el rey Carlos III y la reina consorte Camila, en el evento que vio la ausencia notable de Harry y Meghan.
