Definitivamente, es sorprendente descubrir que hay personas que pueden ser extremadamente ingenuas. Este es el caso de Caesar, un estadounidense que se enamoró locamente de María, una ucraniana con quien se conectó a través de una página de citas en internet.
La relación a distancia avanzaba de manera tan satisfactoria que el emocionado hombre enviaba a su novia alrededor de 800 dólares cada dos semanas para ayudarla con sus gastos. Además, él se sacrificaba en todo lo que podía para no defraudar a la mujer, quien, aunque no se habían conocido en persona, deseaba que fuera su futura esposa.
La historia de Caesar se dio a conocer en el programa de televisión «Todo en 90 días: solteros otra vez» de la cadena TLC Latinoamérica, donde el originario de Jacksonville, Carolina del Norte, narró cómo conoció a la ucraniana.
“Conocí a María en una página de citas internacionales, ella era de Ucrania, tenía 26 años y me enamoré de ella inmediatamente. Hablamos en línea y por teléfono durante cinco años. Pensé que María era la persona indicada y creí que ella sentía lo mismo, así que le enviaba dinero cuando lo necesitaba. Estimo que le mandaba alrededor de 800 dólares cada dos semanas.”
A lo largo de esos años, intentaron reunirse en varias ocasiones, pero siempre surgía algún inconveniente que lo impedía. La última vez, ella le propuso que se encontraran en alguna playa de México.
A pesar de que María y yo estuvimos saliendo durante cinco años, siempre tenía excusas para no vernos. Me dijo que era muy peligroso que yo viajara a Ucrania, así que reservé un viaje para ambos a México, donde planeaba proponerle matrimonio, pero nunca llegamos a vernos.
Después de este triste episodio, finalmente María terminó la relación con Caesar, aunque él aún mantenía la esperanza de recuperarla. Intentaron estar juntos de nuevo hasta que el ingenuo hombre finalmente se dio cuenta de que ella lo había estado engañando.
Sin embargo, parece que no aprendió la lección, ya que pronto decidió entrevistarse en línea con una casamentera ucraniana para que le organizaran una cita con otra mujer de ese país, con la esperanza de que esta vez sí se convirtiera en su esposa.
