En la mayoría de las relaciones que establecemos con los demás, ya sea en el ámbito emocional o afectivo, es habitual que nos enfoquemos más en los aspectos negativos que en los positivos. Uno de los motivos principales es que las personas tendemos a hacerlo como una estrategia para protegernos de posibles peligros o problemas. Además, recordar lo negativo suele ser más sencillo que recordar los elogios y las experiencias positivas.
Por ello, como una forma de combatir esta tendencia de valorar más lo negativo que lo positivo, el usuario de Reddit EmCWolf13 pidió a otros usuarios que compartieran anécdotas de sus mejores citas y las «green flags» que los motivaron a tener una segunda cita con esa persona.
Como resultado de esta iniciativa, el usuario recibió una gran cantidad de impresionantes historias sobre «actitudes positivas» que la gente experimentó en sus citas. Aquí te compartimos las mejores anécdotas que te harán creer nuevamente en el amor y recordarte que todavía existen buenas personas.
1. Un amor que trasciende los prejuicios
Estoy divorciada por varias razones, pero en esencia, todo se reduce a que sufrí una lesión medular que me dejó con paraplejia y mi entonces esposo no supo afrontarlo. En mi primera cita con quien ahora es mi novio desde hace más de 4 años, él me trató como a una persona, no como a una mujer con discapacidad. El tema nunca salió a la conversación y actuó como si la silla de ruedas no existiera. Era tan asombroso que él (perdón por el cliché) no veía mi discapacidad.
Hoy en día, nunca le ha dado importancia. Comprende los inconvenientes que conlleva, pero nunca parece ser un problema para él. De hecho, invirtió una buena cantidad de dinero para construir una rampa en su casa para mí (él también está divorciado y ambos estamos un poco cansados del matrimonio). Sin duda, es la persona que quiero elegir para siempre.
2. Acciones que transforman vidas
No fue en nuestro primer encuentro, sino un momento que me hizo saber que me casaría con este hombre… Fuimos a hacer algunas compras. Era alrededor de las 9 de la noche y ambos acabábamos de cobrar. La joven en la fila para pagar tenía un bebé muy pequeño y estaba utilizando cupones y una tarjeta de asistencia para pagar. El total de su compra era de unos 22 dólares y solo contaba con 20.
Se la veía desalentada y devolvió lo único que probablemente había comprado de más: un chocolate y una bebida energética. Además de eso, solo llevaba comida para bebé, pañales, arroz, bananas, leche en polvo y toallitas, lo mínimo. Me volteé para decirle a mi ahora esposo que me diera mi billetera. No era necesario. Él ya tenía su billetera lista, sacó un billete de 50 dólares, se lo dio y le dijo que se quedara con el cambio. Cambió la semana de esa chica y transformó mi vida. Ese fue el momento en el que supe que él estaba destinado a ser mío.
3. Un amor en las buenas y en las malas
Le pregunté si quería ir a McDonald’s y compartir unas papas fritas porque era lo único que podía permitirme en ese momento. Aceptó, hablamos un buen rato y compartimos unas papas grandes. Ella quería estar conmigo; cualquier lugar habría sido adecuado.
Sabía que si estaba dispuesta a salir conmigo sin dinero y con dificultades, también estaría dispuesta a construir una vida junto a mí desde cero. Ya llevamos 35 años de matrimonio, con altibajos, hijos, enfermedades, riquezas y pobreza.
4. Amor a primera vista
Dejó claro en nuestra cita que estaba interesado en mí, sin llegar a asustarme o presionarme para algo más. Hablamos durante horas, pasamos del restaurante a caminar por el río hasta mi casa y tomamos una cerveza. Luego, le ofrecí quedarse a dormir, pero en un colchón en el suelo (yo vivía en un estudio sin sofá), no en mi cama, y no insistió en que hubiera nada más.
Durante las primeras semanas, siempre fue dulce y respetuoso. Dejó claro que quería tener una relación, sin juegos ni ambigüedades. ¡Y ahora estamos casados!
5. Un pequeño gesto puede hacer una gran diferencia
En nuestra primera cita, mi novia tenía 50 dólares que su madre le había dado (por si acaso yo la hacía pagar, supongo), y como pagué yo, hizo llorar al camarero al darle una propina de 50 dólares. Al parecer, el chico estaba teniendo un día difícil.
6. Un poco de empatía nunca está de más
Me llevó a una noche de ‘stand up’. Se reía a carcajadas de todos los chistes, los cuales eran muy malos y nada divertidos. Pensaba en no volver a salir con él porque, evidentemente, tenía un mal sentido del humor.
Mientras caminábamos hacia el coche, comentó lo poco gracioso que había sido el ‘show’, pero que quería mostrar apoyo a los humoristas, por lo que se rió de todos los chistes. Ahora llevamos 12 años de casados.
7. Lo que importa es la compañía
Me despidieron una semana antes de nuestra segunda cita. La llamé para cancelar porque estaba deprimido y me sentía inseguro sobre mi futuro. Me preguntó qué tipo de pizza me gustaría comer.
Una hora más tarde llegó a mi puerta con pizzas y cerveza para levantarme el ánimo. Ahora llevamos 12 años de casados. Te quiero, mi increíble fontanera.
8. El detalle de prestar atención a los demás
En nuestra tercera cita vimos una película en su casa. Recordó que en nuestra primera cita pedí una bebida de Dr Pepper con la comida y una galleta de chocolate de postre.
Tenía una Dr Pepper para mí en el refrigerador y me preparó galletas de chocolate caseras. A pesar de quemarlas, me casé con él dos años después.
9. Hicieron “clic” desde el primer momento
En nuestra primera cita decidimos tomar unas cervezas en el parque. Desde el inicio, todo fue muy natural. La conversación fluyó, nos reímos, y parecía más una reunión con una vieja amiga que una cita.
Cuando cayó la noche, me llevó a su casa para que conociera a su gato (sin segundas intenciones, esperábamos a tener algunas citas más antes de tener relaciones, y yo adoro a los gatos). A las dos semanas, la invité a una barbacoa familiar y a todos les cayó bien. Esa sensación de naturalidad nunca se esfumó. Ahora su gato (nuestro gato) me está pidiendo cena a gritos.
10. A veces es bueno divertirse como niños
Nos divertimos muchísimo. Nos reímos todo el tiempo. Al finalizar, compró serpentinas y un par de juegos en el estacionamiento como si fuéramos los únicos en el planeta.
11. La atención de preguntar lo que incomoda al otro
Me preguntó si estaba bien que él revisara su teléfono mientras salía del trabajo para verme, porque aún tenía asuntos que atender. Le agradecí que valorara su tiempo conmigo, pero también que quisiera estar presente para su equipo. Incluso ahora, dos años después, todavía me sigue consultando.
12. Una relación sin tapujos
Se tiró un pedo, me miró fijamente a los ojos y me dijo: ‘que el estigma desaparezca’.
Actualmente estamos comprometidos y llevamos seis años juntos.
13. Un papá responsable es buena señal
Mi actual esposo, con quien llevo 20 años, canceló nuestra primera cita unos 30 minutos antes de vernos porque había una pequeña posibilidad de pasar un par de horas con sus hijas esa noche (está divorciado y tiene dos hijas).
14. Las vibras de los perros nunca mienten
Llegó a mi puerta y mi cachorro se emocionó mucho al verla. Sin pensarlo dos veces, la levantó y me preguntó a dónde íbamos de paseo los tres.
Eso fue hace 19 años. El cachorro ya no está, pero hemos estado juntos en todo momento.
15. La mejor coincidencia
Bailamos por casualidad en un club. Luego me tomó de la mano. Estuvimos casados 24 años antes de que ella falleciera de cáncer.
