lunes, abril 28, 2025

Talibán solicita que se cubran los rostros de los maniquíes femeninos en Afganistán.

Desde que los talibanes hicieron su entrada en Kabul, Afganistán, el 15 de agosto de 2021, la vida y los derechos de las mujeres continúan siendo violentados de maneras inimaginables. El más reciente acto de abuso roza lo absurdo, ya que el gobierno talibán ha ordenado a sus comerciantes que decapiten los maniquíes femeninos de sus escaparates.

No obstante, los vendedores encontraron una forma de convertir esta situación en un acto de protesta, argumentando que despojar a las muñecas de su rostro perjudicaría sus ventas, lo que les permitió obtener el permiso para cubrir únicamente la cara de estos.

Comerciantes decoran sus maniquíes para evitar su decapitación

Maniquíes en Afganistán cubiertos con bolsas de plástico

El gobierno talibán justificó la orden invocando una interpretación estricta e inflexible de la ley islámica, que prohíbe las estatuas y las imágenes con forma humana, ya que podrían ser adoradas como ídolos. Además, esto se alinea con la campaña gubernamental para eliminar la presencia de mujeres en el espacio público.

Por esta razón, por las calles de Kabul se pueden ver las inertes modelos adornadas con toda clase de objetos en la cabeza, desde bolsas de plástico y aluminio hasta las telas más hermosas que combinan con los colores de los vestidos que portan elegantemente, decoradas con una corona o algún artefacto que les permita recuperar un poco de identidad.

La similitud entre las mujeres afganas y los maniquíes inanimados

Maniquíes en Afganistán cubiertos con bolsas de plástico

La inquietante imagen de los maniquíes cubiertos nos hace reflexionar sobre lo incómodo que le resulta al régimen la figura femenina. Su ideología, fundamentada en el odio hacia la mujer, ha alcanzado un nivel repulsivo, ya que no solo prohibieron su acceso a la educación universitaria, sino que ahora también temen a una figura muerta que no puede contradecirles.

Cada acto de represión nos recuerda el momento en que el gobierno talibán asumió el poder y aseguró que no impondría normas tan estrictas como durante su primer mandato. Sin embargo, en la actualidad, las mujeres afganas disfrutan de los mismos derechos que un maniquí cubierto con una bolsa de plástico.

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