La tan anticipada y polémica biografía En la sombra (Spare), del príncipe Harry, ha captado la atención del público no solo por las críticas y reproches dirigidos a su propia familia, sino también por sus revelaciones sobre las dos misiones en las que participó como soldado en Afganistán. Según sus memorias, el hijo del rey Carlos III afirma haber cobrado la vida de 25 hombres en 2012 durante sus enfrentamientos contra la insurgencia talibán, muertes de las que expresa “no arrepentirse”.
A raíz de estas declaraciones, la organización terrorista Al Qaeda, liderada en aquel momento por el difunto Osama Bin Laden, ha instado a sus simpatizantes a actuar con prontitud para eliminar al príncipe, al que se refieren como Al-Zanim en un artículo de la nueva edición de su revista One Unmah.
“No fue una estadística que me llenara de orgullo, pero tampoco me dejó avergonzado. Cuando estaba inmerso en el calor y la confusión del combate, no pensé en esos 25 como personas. Eran piezas de ajedrez retiradas del tablero, los enemigos eliminados antes de que pudieran dañar a los buenos”, afirmó.
Tras su afirmación, el grupo acusa al duque de Sussex de despreciar y deshumanizar a los musulmanes afganos, basándose en la interpretación que realizan de sus palabras y el tono utilizado en su libro.
La confesión del príncipe Al-Zanim sobre haber matado a 25 musulmanes a sangre fría, considerándolos meras piezas de ajedrez, revela el nivel de discriminación, condescendencia y criminalidad que está presente en su forma de pensar.
No obstante, Harry afirmó en una entrevista que los medios sensacionalistas sacaron de contexto sus comentarios para dar la impresión de que se había jactado de sus habilidades en el campo de batalla al describir a sus enemigos como “piezas de ajedrez que debían ser eliminadas del tablero”.
En cuanto a esta situación, Harry aseguró que su intención era simplemente mostrar su perspectiva sobre la cultura predominante en el Ejército y el proceso de desensibilización al que se sometió por su participación directa en las batallas.
A pesar de esto, para los talibanes, sus descripciones son una cuestión seria, y además de lanzar amenazas, Al Qaeda ha instado a la familia real a distanciarse completamente del príncipe, dejándolo a merced de la justicia islámica.
Por otro lado, Harry ha advertido que la supuesta manipulación de su testimonio constituye “la mentira más peligrosa” que se ha dicho sobre él.
