Durante la temporada festiva, como la Navidad y el Año Nuevo, los restaurantes se convierten en uno de los negocios más solicitados, al igual que los centros comerciales. Esto requiere de un equipo capacitado, que incluye tanto cocineros como, por supuesto, meseros, para ofrecer un servicio de calidad.
Es por ello que los comensales se enfocan no solo en recibir un excelente servicio, sino también en otorgar una propina generosa que reconozca el esfuerzo del personal. Muchas de ustedes, que se dedican a esta profesión, pueden tener opiniones diferentes basadas en su experiencia. Sin embargo, es importante conocer la historia de una joven mesera que recibió una considerable propina junto a una hermosa nota de agradecimiento de sus clientes.
La protagonista de esta historia es Tayler Sullivan, originaria de Kansas, Estados Unidos. Después de atender a una mesa grande de 22 personas que se reunieron para celebrar una comida navideña, recibió una propina extraordinaria de 2,200 dólares. Esta generosa recompensa no solo se debió a su atención amable, sino también al espíritu de la festividad.
Cuando Tayler trajo la cuenta, toda la familia y amigos comenzaron a sacar sus teléfonos y a contar una gran cantidad de dinero. En su asombro, no podía creer lo que estaba sucediendo. Cada año, durante las vacaciones de Navidad, ellos reúnen 100 dólares y decidieron que esta vez querían que Tayler se quedara con todo el dinero.
A pesar de la generosidad que recibió, Tayler sintió que era importante compartir esa propina con sus compañeros de trabajo, a quienes considera parte de su familia. Quería asegurarse de que ellos también pudieran disfrutar de una buena Navidad, aunque fuera de manera simbólica.
Además, expresó que la bonificación extra que le quedaría serviría para ahorrar con el fin de comprar un auto o mudarse a un nuevo hogar. Finalmente, subrayó que la familia de comensales le deseó que “disfrutara su Navidad y que todo saliera bien para ella” al entregarle el incentivo.
Es cierto que en numerosas ocasiones trabajar en el servicio al público puede resultar agotador, especialmente cuando no se valora el esfuerzo que se pone en el trabajo. Sin embargo, es reconfortante saber que hay clientes que valoran ese esfuerzo y pueden compensar los momentos difíciles que otros pueden provocar.
Asimismo, es gratificante encontrar personas que aún mantienen el espíritu de compartir en esta temporada navideña.
