Es cierto que todavía estamos procesando la pérdida del icónico “Chabelo”. Aunque durante mucho tiempo hicimos bromas sobre su edad y la “competencia” entre él y otras celebridades en cuanto a su partida, como dicen los internautas, “todo era broma”. La verdad es que sentimos mucho su ausencia, ya que gracias a él, muchas generaciones disfrutamos de excelentes domingos, evocados en recuerdos que solo quienes crecimos con “Chabelo” podemos comprender.
Todos los domingos, al despertar, la mayoría de nosotras encendíamos la televisión para ver a “Chabelo”, con su clásico short y su inconfundible voz. Por eso, en nuestra memoria permanecen vivamente los siguientes momentos.
1. Todas queríamos un triciclo Apache
¿Cómo olvidar el anuncio de esta famosa marca de triciclos? El célebre “dura, dura, dura” nos atrapaba tanto que todas anhelábamos uno de esos para Navidad.
2. Los muebles Troncoso
Los muebles Troncoso no nos atraían como premios, pues queríamos juguetes, pero ahora que somos adultas, sí nos gustaría tener una sala, una recámara, etc.
3. Aprendimos qué era “catafixiar”
Tras varios concursos, “La catafixia” era sin duda lo más esperado, ¿verdad? Nos emocionaba saber si el ganador conservaría su premio o decidiría “catafixarlo” por un regalo sorpresa, con el riesgo de recibir algo mejor o peor, como un burro, un comal, entre otros.
4. Las que somos de provincia nos sentíamos incluidas
El señor Aguilera nos brindaba esperanza: a pesar de la distancia, podíamos participar en En familia con Chabelo, ya que él organizaba una especie de trivia o concurso a través de una llamada de larga distancia.
5. Los divertidos juegos
“La escalera loca” era uno de los juegos más entretenidos que “Chabelo” presentaba en su programa. En él se ponía a prueba la habilidad y el equilibrio. ¡Las risas estaban garantizadas!
6. El gansito gigante
Este concurso, patrocinado por Marinela, consistía en hacer un enorme pastelito en equipo. ¿Lo recuerdan?
7. Su número musical
Casi siempre, antes de despedirse de cada programa, “Chabelo” se ponía a cantar y nos alegraba la mañana.
8. Su llanto
A nadie le gusta ver a alguien llorar, pero cuando “Chabelo” hacía un berrinche, como todo buen niño, su llanto resultaba muy divertido.
9. “Mucho ojo, cuate”
Aunque este comercial no era parte de su programa, tenía como objetivo enseñar a los niños y niñas a decir “No” en situaciones de riesgo. Como una figura emblemática para el público infantil, él era una gran referencia.