Suena a broma, pero es una historia real. ¿Cuántas de nosotras hemos visto el famoso meme que dice “el lonche que le mandas a tu marido se lo termina comiendo la ‘otra’”? Tristemente, aunque parezca un evento cómico, eso de compartir algo más que un almuerzo puede ser cierto, y así lo vivió una mujer que contó la anécdota de cómo descubrió la infidelidad de su esposo gracias al almuerzo que le preparó para el trabajo.
Tal vez se pregunten: ¿cómo lo supo? Bueno, resulta que esta mujer, quien estuvo casada por 18 años con su ahora exmarido, un buen día decidió hacerle unos deliciosos y antojables chilaquiles para que los disfrutara en la oficina. Pero su ingrediente secreto fue un laxante que ayudó a que se le soltara… la verdad.
A través de su cuenta de TikTok, la usuaria Pecado Iguala compartió su experiencia en una serie de videos, donde relató que se había casado con el “agradable sujeto” porque era un buen partido. Además, como un extra a su favor, él le ofreció un acuerdo: una vez casados, ella solo se dedicaría a cocinarle y no tendría que preocuparse por las labores domésticas ni por trabajar.
“¡Qué ofertón!” pensó ella, así que, por supuesto, aceptó. Tras 18 años de matrimonio, este hombre comenzó a poner excusas para no comer y regresaba del trabajo con su táper intacto. Así, la mujer perdió la motivación para cocinarle a su “Romeo” y él empezó a comprar comida en la esquina.
Sin embargo, un buen día, ella le preparó chilaquiles con chile guajillo y fue tanto su éxito que su esposo los pedía con frecuencia; incluso, el contenedor volvía limpio. Pero a esta atenta mujer le pareció extraña esta actitud de su marido, ya que él sufría de gastritis y reflujo, por lo que era raro que se comiera todo lo que le preparaba.
Escuchando a su “sexto sentido” y a las sospechas de que algo no iba bien, su “plan laxante” surgió cuando la esposa de un compañero del “amante de los chilaquiles” le advirtió que había una chica nueva en la empresa que supuestamente andaba detrás de “los huesitos” y los chilaquiles de su esposo.
Así que, debido a los rumores y a sus sospechas, la mujer llevó a cabo su plan: colocó ocho pastillas de laxante en la comida, claro, sin que su marido lo supiera. Una vez que el hombre salió de casa con su lonche en la mano, todo se descontroló después de la hora del almuerzo, cuando él estaba haciendo su ruta de atención en el camión de la empresa refresquera donde trabaja, y el medicamento hizo efecto a bordo.
Obviamente, el hombre llegó a casa muy molesto, así que le preguntó a su esposa si algo andaba mal. No obstante, no fue el único que la pasó mal ese día; la nueva compañera también tuvo un accidente en plena reunión de supervisores y la tuvieron que enviar a atenderse debido al gas tóxico que liberó, con evidencia incluida.
Así fue como la esposa descubrió que la comida que con tanto amor le preparaba a su marido cada mañana estaba siendo compartida con la nueva integrante de la empresa.
Además, más tarde se enteró de que su marido le había dicho a la joven que los chilaquiles los hacía su mamá. No cabe duda de que algunos hombres ¡son una cosa bárbara!