lunes, abril 28, 2025

Chofer de Uber regala un riñón a un pasajero que transportaba a su tratamiento.

Por sorprendente que parezca, un conductor de Uber que llevó a un hombre a su casa tras recogerlo del hospital, donde recibió tratamiento de diálisis, terminó donándole uno de sus riñones.

Este acto, catalogado como “el milagro” por medios estadounidenses, tuvo lugar en Nueva Jersey, Estados Unidos. No bastó la buena voluntad del generoso chofer; también fue necesaria la compatibilidad entre ambos para llevar a cabo el procedimiento.

Un hombre caucásico saluda en la cama de un hospital a otro hombre afroamericano

Un simple viaje en Uber se transformó en una nueva oportunidad de vida para Bill Sumiel, un hombre de 73 años que necesitaba regresar a su casa después de recibir su habitual tratamiento de diálisis. Para ello, utilizó una conocida aplicación de transporte.

El conductor, Tim Letts, llegó rápidamente para recogerlo. Durante el trayecto, ambos comenzaron a charlar sobre varios temas, incluyendo la diabetes que Bill padecía y su búsqueda urgente de un donante de riñón. En una entrevista con ABC6 News, Mr. Sumiel contó cómo Tim se ofreció a ayudarlo.

Un hombre afroamericano sonríe a la cámara, lleva lentes de sol

Él me dijo: ‘Creo que Dios te puso en mi auto. Si anotas mi nombre y mi número, te donaré un riñón’. Estaba tan emocionado que ni siquiera pude escribir su nombre y número.

Sin embargo, según el Daily Mail, se debía comprobar si ambos eran compatibles para el procedimiento de donación, ya que es esencial que ambas partes lo sean en sangre, tejidos y pruebas cruzadas. Afortunadamente, resultaron compatibles, así que la operación se llevó a cabo exitosamente. En una entrevista con Town Square Delaware, Tim explicó sus motivaciones para ello.

Un hombre caucásico sonríe mientras posa para la cámara en un área con lago y árboles

No quería mirarme al espejo en el futuro y pensar: ‘Vaya, eres terrible. Podrías haber hecho algo y no lo hiciste, porque te convenciste de no hacerlo, o porque dejaste que otros te disuadieran’. Las personas buenas necesitan el apoyo de otras igualmente buenas, y no puedes considerarte una buena persona si no estás dispuesto a ayudar a los demás.

Desde entonces, los dos se han vuelto muy buenos amigos, y aunque Tim se mudó a Alemania, ambos hacen el esfuerzo por mantenerse en contacto. Es asombroso ver cómo la ayuda desinteresada de un extraño ha cambiado y salvado la vida de otra persona.

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