Después de haber sido ingresada en un hospital psiquiátrico en el sur de California, Estados Unidos, debido a una recaída en los problemas de salud mental que ha enfrentado en los últimos años, la actriz Amanda Bynes fue dada de alta el 11 de abril.
Según información de NBC News, que citó a fuentes cercanas a la artista, la exestrella infantil, de 37 años, recibió el alta, pero continuará recibiendo atención ambulatoria en su hogar para prevenir otra recaída.
Su ingreso al centro de salud mental se produjo después de que fue vista deambulando desnuda por las calles de Los Ángeles a primera hora de la mañana, donde solicitó ayuda a un conductor, alegando que estaba sufriendo un brote psicótico, lo que llevó a dicho individuo a contactar a la policía.
Esta hospitalización ocurrió casi un año después de que se levantara la tutela sobre sus bienes, que había estado a cargo de su padre, Rick Bynes, desde 2013, mientras que su madre, Lynn Organ, se ocupaba de sus asuntos médicos y personales.
Dicha tutela se inició cuando tenía 27 años, tras intentar prender fuego a su perro y expresar deseos de dañar a sus padres. Es importante mencionar que sus dificultades comenzaron a los 18 años, cuando se volvió el foco de atención por escándalos relacionados con drogas y alcohol.
No obstante, con el tiempo, la actriz logró recuperar su carrera y ha trabajado arduamente en su rehabilitación. Aunque diversas fuentes indican que Amanda Bynes padece de esquizofrenia, ha estado bajo tratamiento y ha logrado recuperarse, lo que le permitió solicitar la tutela de su patrimonio, valorado en seis millones de dólares.
Ante su deseo de asumir el control de su vida personal y patrimonial, sus padres apoyaron la decisión del juez de otorgarle esa facultad. Sin embargo, según la fuente citada por NBC News, la actriz no ha mantenido contacto con su familia desde hace bastante tiempo.
Con su reciente alta del hospital, Amanda continuará viviendo en su hogar en California, pero deberá seguir su tratamiento de salud mental.