Una profesional en enfermería que laboraba en el área de diálisis de un hospital tomó la decisión de donar uno de sus riñones en vida, ya que, con gran tristeza, presenció la muerte de uno de sus primeros pacientes sin haber recibido un trasplante.
Durante un tiempo, Emily McIntire se preparó físicamente para convertirse en donante, pero luego desarrolló una amistad con uno de sus pacientes y decidió ofrecerle su riñón. Posteriormente, se enamoraron y ahora están comprometidos para contraer matrimonio.
En una entrevista para Insider, Emily compartió su impactante historia, revelando que la pérdida de uno de sus primeros pacientes sembró en ella el deseo de ser donante. Más tarde, eligió a Jeff, uno de sus pacientes que sufría de un intenso miedo a las agujas, para hacerle una donación anónima.
“Sabía que esta era mi oportunidad: le donaría mi riñón a Jeff. Mi primer paso fue hablar con mi empleador para asegurarme de que no existiera un conflicto de intereses; después de todo, él era mi paciente”, comentó.
Una vez que le informaron que no había inconveniente para que ella fuera donante, se sometió a todas las pruebas de compatibilidad. Sin embargo, debido a las diferencias en el tamaño de los órganos de ambos, se tuvo que buscar a otro donante para realizar un intercambio. Así, terminó donando su riñón a un joven de 21 años, mientras que otro hombre se convirtió en el donante de Jeff.
Aunque su donación fue anónima, el hospital organizó una videollamada por Zoom para que los involucrados en el proceso se conocieran. En ese momento, Jeff quedó muy sorprendido al ver a su enfermera, y acordaron salir a tomar un café. Después de esa primera cita, continuaron viéndose y surgió el amor entre ellos.
“Nos reunimos para tomar un café y desde entonces no hemos dejado de hablar. Caminamos juntos muy a menudo, algo que a Jeff le encanta y que no podía hacer cuando sufría de insuficiencia renal. Alrededor de 15 meses después del trasplante, nos comprometimos. Nos casaremos en octubre. La gente nos dice que nuestra historia suena como un guion de película”, compartió.
Su historia es verdaderamente especial, pero más allá de que Emily encontró el amor al convertirse en donante, ella espera que su experiencia inspire a otros para que se atrevan a ser donantes en vida.