En abril de 2016, Jonathan Luna, procedente de Argentina, perpetró el asesinato de una niña de 12 años, un acto que fue castigado conforme a la ley y que resultó en una larga condena en prisión para él. El caso parecía haber llegado a su conclusión tanto para la familia de la menor como para la justicia. Sin embargo, Luna ha encontrado una laguna legal, identificándose como mujer ante el juez y solicitando cumplir su condena en una cárcel de mujeres.
Este caso ha provocado la indignación de la sociedad argentina, ya que especialistas en feminicidios afirman que Luna presenta “una intención maliciosa” detrás de su supuesto cambio de género. Evaluaciones psicológicas han revelado que él posee un odio irracional hacia las mujeres.
Jonathan Luna afirmó ante el juez que ahora se identifica como mujer y ha solicitado cambiar su nombre de manera oficial a “Joana”, lo que ha causado gran enojo y conmoción en la sociedad argentina, especialmente en la familia de Micaela Ortega, a quien le quitó la vida.
La familia de Micaela indicó que tomará acciones legales para impedir el traslado de Luna a la prisión femenina, ya que no están dispuestos a poner en peligro a otras mujeres al exponerlas a un hombre violento con un estado de salud mental inestable. La defensa legal de Micaela confirmó que “Joana” ya fue trasladada del pabellón masculino al sector designado para los reos de la diversidad sexual.
Pide ser trasladado al pabellón de mujeres; cosa que no voy a permitir aunque me cueste la vida.
– Madre de Micaela
Está claro que odia a las mujeres, por eso mató a Micaela, y por eso necesito que todo el mundo se entere de lo que está pidiendo Jonathan Luna haciéndose llamar Joana Luna.
– Madre de Micaela
Micaela fue atraída por el feminicida a través de un perfil falso creado en Facebook. La investigación reveló que Jonathan se hizo pasar por una niña, citando a Micaela en un lugar para secuestrarla y posteriormente acabar con su vida.
En la vivienda de Jonathan se encontró el celular y la ropa de Micaela. A pesar de las pruebas, él se resistía a aceptar el crimen, pero la presión de las autoridades finalmente lo llevó a confesar el asesinato y revelar la ubicación del cuerpo de la menor.