El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, anunció en una conferencia de prensa que se ha convocado al comité de asesores expertos a una reunión de emergencia el 23 de junio para evaluar si la actual propagación de viruela símica constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII).
Una ESPII representa el nivel de alerta más alto de la OMS, ya que implica una situación que es “grave, repentina, inusual o inesperada”. El organismo la caracteriza de la siguiente manera:
Un evento extraordinario que representa un riesgo para la salud pública en otros países debido a la propagación internacional de enfermedades y que potencialmente requiere una respuesta coordinada a nivel internacional.
Los eventos previamente clasificados como ESPII incluyen la actual pandemia de covid-19, la epidemia de ébola en África Occidental de 2014 a 2016 y el brote de fiebre zika en 2016.
Tedros resumió la definición de ESPII en tres criterios fundamentales: que la situación sea inusual, que afecte a varios países y que requiera colaboración y coordinación:
Creo que ahora está claro que hay una situación inusual, reflejando que incluso el virus se comporta de manera atípica en comparación con su comportamiento anterior. Sin embargo, también está afectando a un número creciente de países, y consideramos que necesita una respuesta coordinada debido a su amplia dispersión geográfica.
Además, el director general de la OMS dio a conocer que el organismo está trabajando con expertos para cambiar el nombre de la enfermedad y sus variantes, después de que científicos calificaran el nombre actual como “discriminatorio y estigmatizante”.
Hasta el 14 de junio, la OMS recibió informes de más de 1,600 casos confirmados de viruela símica y casi 1,500 sospechosos en 39 países, incluyendo siete donde el virus generalmente se propaga y 32 otros recientemente afectados.
Se han reportado al menos 72 muertes en países que previamente tenían el virus. No se han registrado muertes en países recientemente infectados, aunque el organismo está verificando un deceso relacionado con viruela símica reportado en Brasil.
La OMS también publicó nuevas directrices sobre la vacunación contra esta enfermedad e indicó que, aunque algunos países han mantenido suministros estratégicos de vacunas antivariólicas más antiguas, un virus erradicado en 1980, estas vacunas de primera generación no son recomendadas para la viruela símica debido a que no cumplen con los estándares actuales de seguridad y fabricación.
El organismo ha enfatizado la disponibilidad de nuevas y seguras vacunas contra la viruela (de segunda y tercera generación), algunas de las cuales podrían ser efectivas contra la viruela símica, incluyendo una de ellas, la MVA-BN, que ha sido aprobada para la prevención de esta enfermedad.
Sin embargo, el suministro de estas nuevas vacunas es limitado, por lo que actualmente se están discutiendo estrategias para su acceso. Además, en este momento, la OMS no recomienda la vacunación masiva hasta que no se evalúen los riesgos y beneficios en cada caso:
Las decisiones sobre el uso de vacunas contra la viruela o la viruela símica deben fundamentarse en una evaluación exhaustiva de los riesgos y beneficios en cada caso.