Recientemente, la reconocida influencer Tammy Parra compartió una experiencia que vivió durante una sesión fotográfica en la que posó en lencería. No solo lució espectacular, sino que también tuvo que enfrentarse a sus miedos personales y a lidiar con «mirones» irrespetuosos.
Según su relato, Tammy fue desafiada por el fotógrafo Henry Jimenez Kerbox a realizar una sesión de fotos en la vía pública, vistiendo únicamente lencería y unas hermosas alas de ángel. Esta propuesta tenía como objetivo ayudarla a confrontar sus inseguridades, a lo que la tiktoker accedió.
De acuerdo con el video que la influencer publicó en Instagram, al principio sintió inseguridades relacionadas con su cicatriz, su cuerpo que no estaba en su mejor forma y la celulitis, entre otros aspectos. A pesar de ello, decidió proceder con la sesión de fotos.
Al inicio no podía evitar temblar y sentía que estaba a punto de tener un ataque de ansiedad, porque percibía que todos la observaban, y efectivamente, todos la estaban mirando.
Además, Tammy mencionó que, una vez que se sumergieron en la sesión, no le molestó que las personas que pasaban le tomaran fotos, reconociendo que no es común ver a alguien con tan poca ropa en la calle, mucho menos posando de esa manera.
No obstante, subrayó que tuvieron que interrumpir la sesión debido al acoso de al menos cinco hombres, siendo especialmente grosero uno de ellos.
En verdad, tuvimos que pedir la ayuda para apartar a un hombre que no estaba involucrado en la sesión y que resultó ser muy insistente, lanzando comentarios muy ofensivos.
Además, Tammy recordó que en su época de secundaria y preparatoria era bastante insegura y fue víctima de bullying, a tal punto que se escondía en los baños para evitar ser vista sola. Hizo una reflexión al decir: “y mírenme ahora, caminando sola en lencería entre gente desconocida por la calle”.
Por otro lado, Tammy también comentó que recibió múltiples elogios de las personas que la vieron posando en la calle, quienes la reconocieron y la felicitaron. De esta manera, su aprendizaje culminó en el entendimiento de que es ella quien decide si los comentarios la afectan o no, y enfatizó que quienes deberían sentirse incómodos son aquellos que intentaron intimidarla.
Que se incomoden ellos.
