Desde su aparición, la viruela del mono ha continuado su propagación a nivel global, con reportes de casos en 71 países. Los contagios se han duplicado y extendido de manera alarmante en el último mes, lo que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a evaluar la situación y a declarar la enfermedad como una emergencia sanitaria mundial.
Con España siendo el país más afectado, con cerca de 3,400 casos confirmados y más de 16,000 contagios reportados en casi 80 países, el 21 de julio, los expertos de la OMS se reunieron para considerar la posibilidad de declarar esta enfermedad como una emergencia de salud pública a nivel mundial.
Con esta información como contexto, el 23 de julio, en las primeras horas de la mañana, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció a través de su cuenta oficial de Twitter que la viruela del mono ha sido declarada como una emergencia de salud pública de importancia internacional.
“Tenemos un brote que se ha propagado rápidamente por todo el mundo a través de nuevos modos de transmisión, sobre los cuales tenemos un conocimiento limitado, y que cumple con los criterios para una emergencia de salud pública.”
– Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS
LIVE: Media briefing on #monkeypox with @DrTedros https://t.co/2DkNE1eeoU
— World Health Organization (WHO) (@WHO) July 23, 2022
La declaración de emergencia sanitaria mundial es considerada el nivel más alto de alerta, según el Reglamento Sanitario Internacional. Esta decisión busca facilitar una coordinación internacional que podría desbloquear fondos y fomentar la colaboración en el intercambio de vacunas y tratamientos.
En las últimas cuatro semanas, los casos de contagio se han cuadruplicado a nivel mundial, aumentando de 4,000 a 16,000 casos confirmados de viruela del mono, lo que ha duplicado también el número de países afectados.
Con la decisión de la OMS, se espera que los países realicen inversiones significativas para controlar el brote, asegurando más fondos para una respuesta efectiva y estimulando a las naciones a colaborar y compartir las vacunas o tratamientos necesarios para frenar los contagios de viruela del mono.