Se dice que al que madruga, Dios le ayuda, pero quienes son aves nocturnas también disfrutan de muchos beneficios por ser como son, y es hora de que se les reconozca. Atención: no estamos en contra del sueño reparador. Dormir el número adecuado de horas es esencial para la salud física y mental de cualquier persona, pero si tu ritmo de vida te permite estar despierta más tiempo, podrías tener una predisposición natural para ello.
Así es como transcurren tus días generalmente: permaneces en vela hasta muy tarde y, sin importar lo mal que te sientas durante el día o cuánto trabajo tengas pendiente, nunca habrá mejor momento que la noche para recargar tu energía y ponerte al día con tus proyectos. Para ti, no hay nada como estar despierta hasta la madrugada, porque en esos momentos de tranquilidad sin distracciones es donde las ideas surgen y tu imaginación se eleva como en ninguna otra hora del día.
¡Y esta característica es un signo de tu inteligencia! Según un artículo publicado en The Huffington Post, quienes se desvían del patrón normal de sueño son considerados más inteligentes que el promedio. Esta conclusión está respaldada por una investigación que sugiere que aquellos que crean nuevos patrones evolutivos (en comparación con quienes se ajustan a los patrones normales establecidos por nuestros antepasados) son los más desarrollados.
Esto tiene mucho sentido. Después de todo, los primeros en cambiar o en buscar la novedad son siempre los más progresistas e inteligentes en sus sociedades. Investigadores de la Universidad de Madrid, tras analizar los patrones de sueño de mil estudiantes, hallaron que quienes se acostaban más tarde (y por lo tanto despertaban más tarde) obtenían mejores puntuaciones en pruebas de razonamiento inductivo, que están asociadas con la inteligencia general.
Los nocturnos tienen más momentos de avance creativo
La investigadora Marina Giampietro sostiene que la creatividad se desarrolla junto con “un espíritu no convencional y la capacidad de encontrar soluciones originales y alternativas”. Todo depende de cómo utilices el tiempo que tienes.
(Sí, los madrugadores son más productivos, pero los trasnochadores son más creativos)
Experimentan las partes del día en las que están más despiertos
Al levantarte a las 6 de la mañana, por lo general ya estarás agotada para las 5 de la tarde. Puedes iniciar el día con mucha energía, pero hacia el mediodía ya estarás en declive.
En un estudio de la Universidad de Bélgica se midió la actividad cerebral después de que 15 madrugadores y 15 trasnochadores se despertaron y a las 10.5 horas. Ambos grupos presentaron el mismo nivel de energía al despertar, pero 10 horas después, los madrugadores mostraron una actividad baja en regiones del cerebro relacionadas con la atención y el reloj circadiano, en comparación con los nocturnos.
Van un paso adelante de los demás… y con menos estrés
Todo depende de cómo veas los ciclos. Puede parecer que quienes trasnochan se están perdiendo las horas de la mañana, pero quienes se levantan muy temprano se pierden la noche entera y presentan niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés. Las personas que se acuestan muy tarde mantienen ciclos de vigilia cuando los madrugadores ya están dormidos y, además, presentan un mejor estado de ánimo durante el día.
La vida depende de la perspectiva con que la mires, aunque en realidad debería tratarse de cómo y cuándo despertamos a ella. A pesar de la mala reputación que han tenido los nocturnos a lo largo de los años, continúa con tu horario y no te sientas mal por esa alarma que no escuchaste. Al final del día (literalmente), estarás mejor.