¿Te gusta más descansar que hacer ejercicio? ¿Prefieres quedarte en casa en lugar de salir a pasear? Si tu elección es estar cómodamente sentada en un sillón, disfrutando de la tranquilidad y consideras que dormir es uno de los mayores placeres de la vida, hay una razón detrás y no tienes por qué preocuparte.
Si te identificas con estas afirmaciones, los resultados de un reciente estudio realizado por investigadores estadounidenses te resultarán interesantes. Según el Sage Journal of Health Psychology, las personas que tienden a evitar el ejercicio físico o a participar en actividades prácticas son más inteligentes que aquellas que son más activas.
Las personas que son menos activas parecen tener niveles más altos de lo que se denomina “necesidad de conocimiento”, así como una mayor inclinación a participar en actividades relacionadas con el aprendizaje. Este estudio, liderado por Todd McElroy y sus investigadores de la Universidad Florida Gulf Coast, incluyó a 60 estudiantes como participantes, quienes fueron sometidos a diversas pruebas de conocimiento.
Los investigadores concluyeron que la mitad de los estudiantes obtuvo resultados excepcionales, mientras que la otra mitad mostró un desempeño bajo en las pruebas aplicadas.
Después de las pruebas, los participantes fueron monitoreados con dispositivos rastreadores que registraron sus movimientos durante una semana. El hallazgo fue sorprendente:
Los estudiantes que obtuvieron mejores resultados en las pruebas fueron aquellos que terminaron siendo menos activos durante la semana, en comparación con aquellos que tenían un nivel de actividad física más constante.
De acuerdo con el estudio, aquellos con un alto coeficiente intelectual tienden a aburrirse menos, por lo que cuando no están realizando ninguna actividad se enfocan más en sus pensamientos; en contraste, las personas más activas físicamente suelen buscar estimulación en otras tareas porque no desean sumergirse en su mente o se aburren rápidamente.
Aunque 60 personas es una muestra pequeña para generalizar este hallazgo en toda la población, este descubrimiento abre la puerta a nuevas investigaciones. Mientras tanto, los que prefieren ser un poco más perezosos pueden sentir que son más inteligentes que el resto cuando alguien les cuestiona su falta de actividad.
Adicionalmente, este estudio podría ser útil para los niños que no disfrutan de las actividades físicas, ya que su potencial intelectual podría ser mejor aprovechado por sus padres y maestros.
No se pretende hacer creer que las personas que disfrutan de realizar actividades físicas carecen de inteligencia, sino más bien resaltar que quienes optan por llevar una vida menos activa no deben ser juzgados por ello.
Sin embargo, los científicos advierten que el estilo de vida de los «perezosos inteligentes» puede ser perjudicial para la salud.
