Conducir en hora punta puede ser una pesadilla: el tráfico está alborotado y las bocinas empiezan a sonar; Puede ocurrir que de repente estés manejando con calma y alguien decida cruzar el carril sin encender los intermitentes, lo que puede causar miedo y obscenidades en más de una persona.
Un estudio del Centro para el Control de Enfermedades de Atlanta, EE. UU., demuestra que existe una característica física específica que hace que ciertas personas sean más agresivas al volante: el tamaño corporal.
Esta teoría se comprobó después de que se preguntara a 600 hombres de entre 18 y 50 años sobre sus percepciones del género masculino. Debido a su inseguridad, los de baja estatura tenían menor autoestima y mayor agresividad.
Como los “Pequeños(as)” se sienten inferiores a los demás por su tamaño, su armadura se vuelve agresiva para no mostrar debilidad, y aunque al conducir no se percibe la altura de la persona, ya la lleva puesta como si la hubiera. es un amuleto sería
Este trabajo también cuenta con el apoyo de la Universidad de Oxford en un investigar realizado en 2004, que indica que las personas de estatura reducida tienden a ser más vulnerables y tienen altos niveles de paranoia, algo también conocido como Síndrome del Hombrecito, llamado así por el emperador francés Napoleón Bonaparte, de quien se dice que buscó el poder para llenar el complejo que tenía de ser pequeño.
