Es cierto, Halloween está muy cerca y nos encanta la idea de disfrazarnos, pero no a todos nos convence gastarle bromas a los demás, sobre todo cuando se trata de que las «víctimas» de los trucos son personas demasiado sensibles, eh mayores. o niños pequeños.
Recordamos esto porque recientemente nos enteramos de la broma que una trabajadora de una guardería en Estados Unidos les hizo a los pequeños mientras estaban en una de las aulas porque los asustó tanto que lloraron de miedo.
Debido a unos videos virales, pudimos ver cómo la trabajadora de la guardería Lil’ Blessings Learning and Child Care Center en la ciudad de Hamilton, Mississippi, sobresaltó a un grupo de niños cuando se puso una máscara estilo Ghostface en un conocido villano de la saga Scream y comenzó a acechar a algunos de los menores.
Por si fuera poco, según medios locales, se informó que no era la primera vez que la cuidadora hacía la broma, pues ya lo había hecho en septiembre anterior. Parte del personal del rancho también participó en esta ocasión.
Luego de que los videos se hicieran populares, la gerencia del lugar tomó cartas en el asunto. Eso sí, la dueña del centro infantil no estuvo de acuerdo con el accionar de la maestra.
Según informa la cadena WTVA, el director y dueño del rancho, despidió al trabajador que usó la máscara para asustar a algunos de los niños. Además, al menos otros tres empleados involucrados perdieron sus trabajos.
Por otro lado, a través de un video de Facebook, la exempleada dio su versión de los hechos y explicó por qué lo hizo. La institutriz, identificada como CeeeCee, afirmó que otros trabajadores del rancho la convencieron de usar la máscara para reprender a los niños que se portan mal.
También aseguró que era su intención no molestar a los pequeños y que aún después del susto que les dio, se quitó la máscara y entró a la habitación diciendo “el monstruo se había ido”.
No lo hice con la intención de dañar a nadie o de mala fe. Los profesores me preguntaron si podía hacer eso o si podían usar la máscara así. [los niños] escuchar sus conferencias… No soy un abusador de niños… Lo que no vieron fue que después de salir de la habitación, me quité la máscara, volví al salón de clases y dije: «CeeCee tiene la monstruo. No volverá’. Y me abrazaron. Conozco a estos niños de toda la vida.
A pesar de su versión de los hechos y el posible comportamiento de los estudiantes, hay que tener en cuenta el llanto que se percibe en los videos, pues es evidente el gran temor que recibieron. Además, probablemente no había necesidad de hacer o continuar con la cruel broma.
