Muchas mujeres sueñan con tener un bebé y ser madre. Cuando reciben la noticia de que en su seno está creciendo una nueva criatura, comienza la dulce espera. Pero hay casos en que las cosas o los planes no salen como se esperaba. Un ejemplo de esto es el embarazo ectópico.
Cuando un óvulo es fecundado por un espermatozoide, se implanta en el útero, donde se desarrolla el feto durante nueve meses. En un embarazo ectópico, el embrión se implanta en las trompas de Falopio. Los síntomas son los mismos que los de un embarazo normal: hay náuseas, dolor abdominal y falta de períodos, pero estos empeoran, según expertos médicos como el Dr. Patricia Alva hablando con Omneda:
Los signos de un embarazo ectópico o abdominal pueden aparecer de forma repentina e intensa en forma de una sensación sorda de presión o tirantez en un lado de la parte inferior del abdomen y empeorar progresivamente.
Otros signos de un embarazo ectópico incluyen palidez, pulso acelerado, vómitos y sangrado.
Algunos factores de riesgo son:
- Historia de un embarazo ectópico previo.
- infecciones de transmision sexual
- tratamientos de fertilidad.
- Operación en las trompas de Falopio.
- Métodos anticonceptivos como el DIU.
- consumo de cigarrillos.
Por lo general, este tipo de embarazo termina a los tres meses debido a que el feto carece de los nutrientes que le permitan desarrollarse con normalidad, por lo que se produce el aborto natural.
Es importante mencionar que la mujer afectada puede volver a quedar embarazada después de un embarazo ectópico, pero existe el riesgo de que la situación se repita.