Desde el momento en que una mujer inicia su vida sexual, debe considerar la importancia de acudir periódicamente a su médico para realizarse un Papanicolaou: una prueba que ayuda a detectar el cáncer de cuello uterino.
A pesar de que es necesario conocer todas las medidas necesarias para prevenir una enfermedad, y que la era de los medios digitales permite un mayor alcance de la información, hay personas que confunden qué tipo de tumor se visualizará con esta prueba, que tiene sido confirmado por los medios de una investigación en el Reino Unido.
confusión femenina
Cáncer de ovario y YouGov comprobado que 1 de cada 5 mujeres cree erróneamente que la prueba de Papanicolaou detecta el cáncer de ovario cuando es correcto que revela la presencia de un tumor cervical.
Los ovarios y el cuello uterino son dos partes muy diferentes del sistema reproductor femenino:
- Los ovarios producen óvulos y están ubicados en la pelvis.
- El cuello uterino está en la parte inferior del útero y permite que el útero se conecte a la vagina.
Diferentes síntomas
El cáncer de ovario y de cuello uterino vienen con su propio conjunto de dolencias. En el primer caso, los signos experimentados son:
- Inflamación.
- pérdida de apetito
- Dolor abdominal y pélvico.
- Necesita orinar con urgencia o repetidamente.
- Diarrea.
- Estreñimiento.
- Exhausto.
- Pérdida de peso inexplicable.
Si es cáncer de cuello uterino, los síntomas son:
- Sangrado anormal durante o después del coito.
- Flujo vaginal extraño.
- Malestar durante las relaciones sexuales.
- Dolor de espalda baja.
La prueba de Papanicolaou salva vidas
Cuando una mujer viene a hacerse la prueba, el médico inserta un espéculo en la vagina para abrirla. Después de eso,_ Se cepilla el cuello uterino para recolectar algunas células, que se envían a un laboratorio para su evaluación, y los resultados indican si hay un tumor presente o no. Las pruebas de Papanicolaou son útiles para detectar el cáncer de cuello uterino en sus primeras etapas.
Para chicas de 21 a 29 años Se recomienda un examen cada tres años. Entre los 30 y los 65 años, se puede realizar cada cinco años cuando se combina con la prueba del virus del papiloma humano.
